¿Qué es un Balance General?
- Info Dr. Clean
- 14 mar
- 2 Min. de lectura
El Balance General —también conocido como Balance de Situación— es el documento contable que reúne información sobre los activos, pasivos y patrimonio de una empresa. Su función principal es mostrar el panorama financiero y patrimonial de la organización en un periodo determinado.
En resumen, el Balance General te permite:
Evaluar la capacidad del negocio para cumplir con las obligaciones financieras
Medir la eficiencia con la que se utilizan los activos
Obtener una imagen clara de la liquidez de la empresa
Monitorear el rendimiento de la compañía a lo largo del tiempo
Ayudar a los inversores en la toma de decisiones
Estructura del Balance General
Como lo mencionamos antes, el Balance General se compone de activos, pasivos y patrimonio. Veamos a detalle cada uno de estos elementos.
Activos
Los activos son todos los bienes que posee una empresa. Incluye tanto el activo corriente como no corriente.
Corrientes. Son todos aquellos activos que la empresa espera convertir en efectivo o utilizar dentro de un año o un ciclo operativo. Los bonos a corto plazo, las cuentas por cobrar y las inversiones financieras son ejemplos de activos corrientes.
No corrientes. El activo no corriente, también denominado como activo fijo, incluye los bienes y derechos que se convertirán en dinero a largo plazo. Por ejemplo, maquinaria y equipo, vehículos, construcciones y edificaciones, etc.
Pasivos
Los pasivos son lo opuesto a los activos. Abarca las deudas y obligaciones de la compañía con acreedores, proveedores, empleados u otras partes interesadas. Este se pueden dividir a su vez en:
Corrientes o circulantes. Agrupa las deudas y obligaciones a corto plazo de la empresa, específicamente aquellas cuya fecha de vencimiento es menor a un año.
No corrientes. Cualquier deuda u otra obligación financiera que vence a largo plazo, por ejemplo, un préstamo bancario.
Patrimonio
Son las aportaciones de los socios o propietarios y las ganancias que la empresa haya obtenido. Acá se incluyen, el capital social, las utilidades del periodo anterior, etc.
Para determinar el patrimonio debés aplicar esta fórmula:
Patrimonio = Activos – Pasivos





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